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Cómo Seleccionar a un Perro de Asistencia

En esta publicación, no vamos a abordar el tema de las escuelas y programas que entregan perros ya entrenados, ya que ellos hacen la selección del perro y el proceso de entrenamiento. Nos enfocaremos en casos en los que la persona quiera seleccionar y entrenar a su propio perro. Es importante aclarar que no todos los perros seleccionados van a completar el entrenamiento y se debe tener un plan de qué va a pasar con el perro si al final no resulta apto, seleccionar el criador adecuado que sea profesional y responsable disminuye el riesgo de fracaso.


Entrenar a tu Perro actual para que sea de Asistencia 

Si te estás preguntando "¿Cómo certifico mi perro como de servicio o asistencia?", primero es crucial entender que no existe un certificado oficial. Lo que realmente convierte a un perro en un perro de asistencia es su entrenamiento y capacidad para mitigar una discapacidad. Te invitamos a leer nuestra guía de cómo saber si un perro de asistencia es ideal para ti, donde encontrarás las ventajas, desventajas e implicaciones de tener un perro de servicio.

Puede que tu perro siempre esté a tu lado cuando te encuentras mal, incluso que alerte naturalmente para condiciones como la epilepsia o disautonomía. Sin embargo, se requiere más que esto para ser un perro de asistencia. Puedes optar por que un adiestrador especializado le realice una prueba de temperamento o una prueba de acceso público para determinar si el perro es apto para el trabajo y realizar el entrenamiento necesario.


Tres perros de asistencia con arneses se encuentran en un aeropuerto, acompañados por sus dueños. Están alineados frente a los mostradores de check-in, esperando pacientemente su turno. Uno de los perros es pequeño y blanco, mientras que los otros dos son de mayor tamaño, uno con pelaje rizado y negro, y el otro con pelaje blanco y esponjoso.

En caso de que tu perro actual no sea apto, que es lo más común, considera que muy raramente un perro que no fue seleccionado y entrenado desde cachorro puede ser un perro de asistencia. Debes evaluar si puedes con la carga de tener otro perro y cómo será la interacción de ambos, ya que necesitarás trabajar y entrenar al nuevo perro por separado. Si tienes un perro reactivo, nervioso o con problemas de comportamiento, necesitarás trabajar en un plan con tu adiestrador para evitar que el perro de asistencia aprenda estos hábitos.

Eligiendo un Cachorro para el Trabajo


Siete cachorros de diferentes razas están alineados, mirando hacia la cámara. De izquierda a derecha, se pueden ver un cachorro blanco y esponjoso, un pequeño perro blanco con manchas negras, un cachorro de pelaje marrón, un cachorro esponjoso y blanco, un bulldog blanco, un pug pequeño de pelaje beige y un beagle con orejas caídas. Todos tienen expresiones adorables y algunos parecen estar sonriendo.

Los perros de asistencia son seleccionados desde cachorros e incluso desde antes de nacer, teniendo en cuenta factores como el temperamento, la energía, el tamaño, y la salud de los padres. Aquí te dejamos algunos puntos clave a considerar:


La Raza

Aunque el perro adecuado puede ser de cualquier raza o incluso mestizo, hay razas más aptas para el trabajo con mayor éxito en la producción de perros de asistencia. Elegir una raza poco común o una cruza puede aumentar las probabilidades de que el perro tenga que retirarse antes de completar su educación, habiendo invertido tiempo y dinero sin obtener resultados. Un perro de asistencia podría ser de cualquier raza pero no cualquier perro puede ser de asistencia. 


Las razas más recomendadas para el trabajo por su alto índice de éxito son:


  • Labrador Retriever

  • Golden Retriever

  • Poodle/Caniche

  • Collie de pelo largo (no confundir con border collie)

  • Pastor Alemán



Selecciona un criador dispuesto a contestar preguntas sobre sus perros, que realice estimulación temprana, socialización y algún tipo de entrenamiento temprano, además de garantizar el buen temperamento y salud de los padres. También pregunta si en sus líneas hay perros que trabajen o trabajaron como perros de asistencia.


Es fundamental pedirle las pruebas de salud que tengan los padres, como radiografías de cadera, rodillas y codos para el Pastor Alemán, entre otras. Cada raza tiene pruebas de salud recomendadas. También es importante considerar la esperanza de vida de la raza, ya que, por ejemplo, el Bernés de la Montaña suele tener un promedio de vida de 8 años, lo cual disminuye considerablemente el tiempo de trabajo del perro.


Función Zootécnica de las Razas


En la imagen se muestra a un perro de raza grande, posiblemente un Mastín, de pie sobre sus patas traseras mientras está atado con una correa. El perro tiene una complexión musculosa y una postura fuerte, mostrando una actitud alerta. La persona que sostiene la correa está parcialmente fuera del marco, aparentemente controlando al perro mientras éste se estira hacia adelante. La escena se desarrolla en un espacio abierto con césped y árboles en el fondo.

Al elegir la raza de un perro de asistencia, es fundamental considerar la función zootécnica de la raza, que se refiere al propósito original para el cual fue criada. Este aspecto influye en los instintos y comportamientos innatos del perro, que pueden afectar su capacidad para realizar tareas de asistencia.


Por ejemplo, algunas razas tienen un instinto de caza fuerte, lo que puede distraerlos fácilmente. Otras, conocidas como primitivas, son más independientes y no disfrutan pasar tanto tiempo cerca de una persona o seguir ordenes. Algunas razas también pueden tener predisposición a la agresión hacia otros perros o especies, o mostrar agresión hacia el mismo sexo, complicando su manejo en público.


Aunque estos factores no significan que un perro de servicio de una determinada raza sea inapropiado, deben ser considerados al seleccionar un cachorro. La genética puede aumentar la probabilidad de que un perro no sea adecuado para el trabajo de asistencia, aunque cada cachorro es único y puede superar estos desafíos con el entrenamiento adecuado tenemos que pensar qué pasará si al crecer no es adecuado para el trabajo y si se puede tomar ese riesgo.


En la imagen se muestra un perro de caza, posiblemente un Vizsla, sosteniendo un ave cazada en su boca. El perro está en un campo seco con hierba dorada, y el ave tiene plumas de colores vivos, incluyendo tonos marrones, blancos y un toque de rojo. El perro tiene una expresión tranquila mientras sostiene el ave, demostrando sus habilidades de caza.

Edad


Al seleccionar un perro de asistencia, los primeros meses de vida son cruciales. Incluso antes de separarse de la madre, los criadores comienzan con estimulación temprana para preparar al cachorro. Este período es esencial para que los perros se socialicen a estímulos nuevos y positivos como otros perros, ruidos fuertes, fuegos artificiales, coches, texturas y movimientos.

Perder este tiempo crítico puede resultar en miedos, traumas o hábitos que dificulten la capacitación del perro como perro de servicio. Además, es importante considerar que los perros se retiran a una edad geriátrica, aproximadamente a los 9 años dependiendo de la raza. Contando el tiempo que toma entrenar a un perro de asistencia (alrededor de 1.5 a 2 años), si tienes un perro mayor, el tiempo que le quede para trabajar será menor.


Temperamento


Los perros de asistencia deben ser sociables, confiados e inteligentes. Existen problemas de comportamiento y características del temperamento que descalifican a un perro para este trabajo, como la agresión hacia humanos, otros perros o animales, y el nerviosismo o miedo ante sonidos, texturas o movimientos nuevos.

El perro también debe tener una fuerte motivación para complacer al humano y trabajar, ya sea por comida o juego. Un perro sin motivación difícilmente podrá trabajar varias horas, por lo que debe disfrutar del trabajo,

Un entrenador capacitado en perros de servicio puede ayudarte a realizar pruebas de temperamento al perro, aunque los resultados pueden cambiar cuando el perro alcanza la edad adulta. Por lo que es importante realizar tanto la prueba de temperamento como la prueba de acceso público antes de que el perro pueda considerarse de asistencia.


Mantenimiento y Pelaje


Los perros de asistencia deben estar siempre limpios y presentables, y algunas razas requieren más mantenimiento que otras. Por ejemplo, un Poodle necesitará acudir a un servicio de estética profesional regularmente. Mientras que un Labrador puede ser aseado en casa con menor frecuencia; se puede mantener limpio cepillándolo regularmente y utilizando toallas húmedas o shampoo seco entre baños.

Es importante también elegir una raza acorde a la zona en la que vivimos. Por ejemplo, un Bernés de la Montaña no sería una buena elección en climas calurosos, pero sería perfecto en clima frío.


En la imagen se muestra a un perro de raza caniche (poodle) en una sesión de peluquería canina. Un peluquero está arreglando el pelaje del perro utilizando unas tijeras de esculpir. El perro está de pie sobre una mesa de trabajo, mientras el peluquero sostiene su cabeza con una mano para mantenerlo quieto. El ambiente sugiere que están en un salón de peluquería para mascotas, con varios utensilios de aseo visibles. El perro tiene un pelaje rizado y denso, típico de la raza, que está siendo recortado para darle una forma más definida y estilizada.

Tamaño y Peso


Los perros de asistencia pueden ser de cualquier talla, pero hay discapacidades que necesitan perros con un cierto peso o tamaño por lo que es importante considerar el tipo de perro de asistencia que se busca. Por ejemplo, los perros guía que deben usar su cuerpo para guiar a su usuario o los perros de movilidad para personas con discapacidad motriz que hacen tareas de contrabalance, usando su propio cuerpo para evitar que su persona se caiga o se lastime. Se recomienda que el perro no pese menos del 25% del peso de la persona y que no mida menos que el 25% de su altura.


Aunque no es una regla fija, es importante consultar con un médico veterinario que le realice periódicamente radiografías de cadera, codos y rodillas para asegurarse de que puede realizar sus tareas. También es importante hacer ejercicios de acondicionamiento para mantenerlo con la musculatura adecuada. Un perro más robusto, pero sin sobrepeso, es mejor para tareas de movilidad.


Esto no significa que las razas pequeñas no puedan ser perros de asistencia. Hay personas cuyo estilo de vida es más compatible con perros pequeños y tienen discapacidades que no requieren cierto tamaño. Por ejemplo, un perro de alerta médica, un perro señal o un perro de asistencia psiquiátrica pueden ser de razas pequeñas. Es importante tener en cuenta que el tamaño no influye en el entrenamiento, y deben cumplir el estándar de comportamiento de igual manera que un perro grande. Por lo tanto, el tamaño no es excusa para llevar al perro en un bolso, subirlo a los asientos o excusar comportamientos como ladrar, gruñir, saltar, entre otros.




 
 
 

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